lunes, 27 de mayo de 2013

27. ¿Cómo era un horno de cal tradicional?

"Resulta difícil imaginar cuando alguien ve los restos abandonados de los hornos de cal, que tan sólo varias docenas de años atrás ocupaban a una gran parte de las familias del pueblo. Un pasado muy cercano que poco a poco se entierra junto con lo que queda de los hornos. Una memoria que merece la pena ser rescatada de este olvido al que se enfrenta, cuyo peor enemigo es el desconocimiento, en la mayoría de los casos carente de documentos o testimonios que lo atestigüen.” (Quintana Frías 2005: p. 95)

El objetivo principal de este trabajo de fin de máster era la aplicación efectiva de técnicas de Arqueología Virtual a la investigación y puesta en valor de este fragmento olvidado del pasado de Montesa (Valencia). Descubrimos que se trataba de un horno de cal y, por lo tanto, de una parte del pasado "reciente" de la población que, de un modo u otro, había caído en el olvido. Una forma de volver a "imaginar" una parte tan difusa de nuestro pasado son las reconstrucciones virtuales que, a modo de precisas maquetas, permiten hacernos comprender los restos arqueológicos.

Los arqueólogos debemos ocuparnos de traducir estratos de tierra, estructuras superpuestas de toda índole y fragmentos orgánicos e inorgánicos de todo tipo en largas listas de UEs, planimetrías y secciones que nos permiten realizar la abstracción necesaria para comprender los procesos arqueológicos:

Sección de la estratigrafía del Horno de Montesa.

Si nos quedamos, sin embargo, en estas bonitas secciones, es muy difícil que lleguemos a transmitir a cualquier "no arqueólogo" la verdadera traducción de estos restos. Las explicaciones textuales pueden ser una posibilidad pero sigue siendo mucho más directa la divulgación de unos hallazgos mediante infografías y otras técnicas visuales. Estas, apoyadas siempre de un buen texto, constituyen uno de los medios más efectivos para crear y difundir conocimiento. Para socializar la arqueología.

Infografía con las partes de la reconstrucción del Horno de Montesa.

En esta infografía podemos ver la reconstrucción de la Fase I del horno de Montesa, que se corresponde con el uso del horno de cal en el siglo XVIII. En ella hemos destacado las partes de las que se compone un horno de cal tradicional de este tipo:

  • Unos muros exteriores de mampuesto revocado que ayudan a soportar la estructura y mantener el calor del horno cuando éste se encuentra en funcionamiento.
  • Una boca por la que se introduce el combustible -normalmente leña de matorral- de tamaño reducido (1 m de luz).
  • Una cámara de combustión donde arde, durante días, el combustible que calentará las rocas calizas hasta conseguir la cal. 
  • Un pequeño resalte en esa misma cámara sobre el que se comienza a levantar la bóveda, también de piedras calizas. Esta bóveda se levantaba cada vez que se realizaba una hornada de cal pues sus propias piedras se transformarían en cal durante la cocción. 
  • Sobre esa bóveda se colocaban el resto de piedras calizas.
  • Estas se revocaban también, como el resto de los muros, con arcilla que permitiera conservar mejor el calor.

Al alcanzarse en el interior del horno temperaturas cercanas a los 1000º la piedra caliza se calcina, obteniéndose cal y CO2 según esta reacción química: CaCO3+ calor, es igual a CO2+ CaO (cal). 

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QUINTANA FRÍAS, Ignacio (2005): “Una de cal y otra de historia. Los hornos de cal de Ituro y Lama (Segovia)”, De Re Metallica, 5, pp. 95-100.